En vaso de whisky

Frío, con una piedra de hielo.
No le des tiempo a derretirse
para que no se diluya su esencia.

Solo. Sin agua, sin mezcla.
Saborea, siéntelo, huélelo.
Fuerte, escuece, quema.

Obsérvalo, oscuro y pardo,
escucha su tintineo en el cristal,
seco y cálido ámbar de botella.

Lo importante de una receta
no es la receta sino quién te la enseña.

Poesía en La menor

Hoy a la Rubia le dio por llorar,
y sacarme los demonios a fuerza de acero.
A golpe de acordes menores de cuero
y lluvia de trastes sabor soledad.

Los colores son azul cielo, azul mar,
añil de añoranza del rojo en su pelo,
celeste de viajes en tono azul hielo
y de negro destino que zarpa hacia el mar.

A la mierda el invierno.
Noviembre, noviembre...
A la Rubia, de nuevo, le dio por llorar.

Náufrago

Marinero de mares en tierra de nadie,
capitán de navío que zozobra a la deriva
con el rumbo de derrota dibujado en la sangre,
con patente de corso para causas perdidas.

 Encallado en la misma escollera de siempre,
capeando las borrascas y galernas de la vida.
Gritando a sotavento que el futuro huele a muerte,
cantando a barlovento canciones suicidas.

 Rema, marinero, rema, y que nada te pare,
que vendrá la calma al alba, tras las tempestades.
Sigue aquel faro que nunca te olvida,
y las estrellas del norte,
hacia otros lugares.

Sin título

Tic. Tac.
Pierdo la noción,

del tiempo,

del momento,

de ser,

de estar.
Los segundos ya no están y los relojes ya no son ni sienten ni padencen y desaparecen en un mundo de pequeños momentos que se esfuman en el parpadeo de los segundos que ya no están en los rejoles que ni son ni sienten ni padecen.

Y se evapora media hora.

Tic. Tac.

Farenheit

Dúchate conmigo que me sale cara el agua

Y el calor de mis entrañas solo lo apaga tu voz.

¿A qué dios hay que rezar para quitarte las bragas

y dormir contigo hasta que nos derrita el sol?

Déjate llevar

y sudaremos gasolina de noventa y cinco octanos

“Déjate llevar”,

te digo, y tras el cigarro ¿Por qué no nos quemamos?

Y nos volvemos a quemar

Sobre un altar

De carne,

De arañazos.

Duerme conmigo. Que duermas, te digo.

Y si prefieres volar ya llegará mañana

que ahora mismo puede más nuestro destino,

ya será el momento de echar a lavar las sábanas.

Sinmibiosis

No quiero invitarte a cenar, prefiero hacerte el desayuno,

Picar algo en tu cuerpo desnudo y cobrarte en especie,

Dejarnos llevar por la tormenta hasta que arrecie en un portal,

Y demostrar que dos personas caben en una cama de 35.

Tampoco haré rimas absurdas.

La vida es más aburrida cuando te duchas solo

Así que te invito a que se nos meta jabón en los ojos,

A secarte la cabeza y a un toallazo en el culo,

Y si estoy de humor igual también te llevas un beso.

Que supongo que sí.

Te invito a tomar una, y luego otra, y luego otra,

A beber hasta que acabemos cantando Reincidentes

Sentados en el suelo, litrona en mano y cigarro en boca,

Dejándonos ver en la mirada y enseñándonos los dientes.

Estoy que muerdo.

Nihil

Vives una mentira disfrazada de verdad

Tener es menester para vivir la vida

Trepa, crece, sube, gana, aspira

Encuentra tu sitio entre el asfalto en la ciudad

Mueres cada día un poco más y piensas

Que el mundo está sumido en la avaricia

Los valores han muerto a manos de la codicia

Pero quieres cinco cifras en tu cuenta

Lo quieres todo y no tienes nada

Lo tienes todo y quieres más

Lo quieres todo y no tienes nada

Necesitas todo… No eres nada, nada, nada.

Vacía tus bolsillos, quítate la ropa

Descálzate, siente el suelo donde pisas,

Siente, huele, toca, escucha, mira,

Cuánto tiempo hace que no juegas con tu sombra?

Mueres cada día un poco más y piensas

Que por mucho que luches no hay vuelta atrás

Naciste de un polvo y al polvo volverás

Y no llevarás nada cuando cruces por la puerta.

Lo quieres todo y no tienes nada

Lo tienes todo y quieres más

Lo quieres todo y no tienes nada

Necesitas todo… No eres nada, nada, nada.

Bepanthol

No vengas.
Si es que no quieres
dejar tu huella.

No vengas.
Ni se te ocurra
si eres efímera.

No vengas.
No quiero nada
que no sea eterno.

No vengas.
A no ser que estés dispuesta
a acompañarme hasta la tumba,
a pudrirte conmigo en ella.