Se escuchan ruidos al otro lado de la puerta. Dentro, un
nudo de piernas crea su mundo perfecto sin nada que lo pervierta. Entre dos
fabrican su utopía anárquica de caricias, miradas y lenguas. Y para qué más,
si sabe que ella se tendrá que marchar. Vivirán el día a día sin saber cuándo
se volverán a mirar. Destino? Desconocido. El mañana, dios dirá.
Se sufren, se sienten, se pervierten en sus mentes que se
evaden hacia un viaje en avión o en tren. El dinero no lo es todo, pero qué
difícil es, joder. Si no se anudan de nuevo, si no se ven… Pues algo tendrán
que hacer. Destino? Desconocido. El presente, pinta bien.
Sus corazones latieron uno al lado del otro, y con cada
latido se dormían los lobos. Y de un otoño profundo como un pozo de lodo
arrancaron un abril de ojos sin fondo. Y esos despertares de foto y de sueños
de morbo surgió lo más raro que parió un demonio. Destino? Desconocido. El
pasado, habló por nosotros.
Nos vemos, Ruby Soho.
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